Flor nueva de romances viejos es fruto de toda una vida de trabajo de don Ramón Menéndez Pidal (1869-1968). Entre las muchas deudas que la ciencia y la cultura españolas tienen contraídas con don Menéndez Pidal, destaca la de la recuperación de las reliquias épicas y del Romancero.
En una tarea que ocupó toda su vida, don Ramón fue conjugando las investigaciones en archivos, de los que sacó a la luz joyas desconocidas, con el trabajo de campo por todas las regiones españolas, recogiendo de labios de las gentes la tradición ininterrumpida de la lírica popular. Fruto de ambos trabajos es este libro clásico, FLOR NUEVA DE ROMANCES VIEJOS, que recoge una selección de canciones épico-líricas de fondo heroico y caballeresco: historias de don Rodrigo, el Cid, o los Siete infantes de Lara; romances moriscos o de frontera, todos ellos situados en su contexto y anotados críticamente para su cabal comprensión.
En nombre de Su Majestad, el católico y poderoso Don Carlos, rey de los romanos y emperador Augusto de por vida, y de Doña Juana, su madre, soberana de los reinos de León y Castilla, defensores de la Iglesia, siempre victoriosos y que no conocen la derrota... Yo, Juan Cortejo, su servidor y mensajero, tengo el honor de instaros a aceptar que sea el Rey quien gobierne y administre estas tierras... Así comienza la odisea de una expedición de conquistadores que parten en pos del sudor de sol
La diferencia sexual constituye un hecho natural que cada sociedad estructura culturalmente a lo largo de su historia. La autora propone un modelo alternativo a la jerarquía imperante masculina que acabe con la vergüenza de lo femenino que ha caracterizado durante algún tiempo al feminismo.
Un marino sin barco, desterrado del mar, conoce a una extraña mujer que posee, tal vez sin saberlo, respuestas a preguntas que ciertos hombres se hacen desde siglosCazadores de naufragios en busca del fantasma de un barco perdido en el Mediterráneo, problemas de latitud y longitud cuyo secreto yace oculto en antiguos derroteros y cartas náuticas, museos navales, bibliotecas... Nunca el mar y la Historia, la ciencia de la navegación, la aventura y el misterio se habían combinado de un modo tan extraordinario en una novela, como en La carta esférica. De Melville a Stevenson y Conrad, de Homero a Patrick O'Brian, toda la gran literatura escrita sobre el mar late en las páginas de esta historia fascinante e inolvidable.