

Referencia:
TRAS SALVAR KIOTO, LOS SUCESOS PARANORMALES SE EXTIENDEN POR TODO EL MUNDOLos problemas de los exorcistas no han hecho más que empezar: mientras los humanos corrientes empiezan a ver demonios por todas partes, la Doncella de la Inmundicia también ha despertado y la incertidumbre se extiende por todo el planeta. ¿Qué se está preparando?
En este Tríptico, se presentan algunas de las tiradas clásicas del gran juego de Monterroso (1921-2003), caracterizado por el análisis irónico de la condición humana; un ajedrez en donde cada movimiento tiene una dimensión propia en el tablero de la realidad. El presente volumen reúne tres de sus libros: La palabra mágica, Movimiento perpetuo y La letra e. La lectura de esta ingeniosa obra asegura una sonrisa y más de una reflexión profunda sobre el gran juego de la vida.
Co ritmo vivo e a habelencia narradora que xa amosara en A medición do mundo, Daniel Kehlmann compón desta volta un mosaico ledo e irónico sobre a sociedade actual. Un actor de cinema que dubida da súa propia existencia, un riquísimo escritor de libros de aparente sabedoría que arrenega do que ensina neles, unha muller que decide morrer e decátase de que a súa vida é unha ficción inventada por outro. Estas nove historias amosan o poder dos medios de comunicación para duplicar o mundo real e a atracción titánica que exerce a celebridade. A nova novela do autor de "A medición do mundo".
Sastre es autor de veintidós obras de teatro. El suyo es un teatro de investigación y revelación y nunca de propaganda. Es un teatro rico en experiencias humanas y en sutileza poética. Sastre ha comprendido siempre que la fuerza dramática no se consigue dando soluciones panfletarias a problemas complejos, sino haciendo preguntas acerca de esos problemas. No se logra por medio del dogma, sino por la revelación social y existencial. El sentido del trabajo intelectual y artístico está en aclarar el mundo dice Sastre, y su producción dramática es testimonio a esta misión inquietante y reveladora que Sastre se ha planteado.(De la Introducción de Farris Anderson)