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En el mundo pasan tantas cosas, y tan rápido, que no tienes tiempo ni de leer. Se publican tantos libros, tantísimos, que no sabes cuál elegir. Tres años antes de morir, David Bowie reveló los 100 libros que habían forjado su carrera y cambiado su forma de ver el mundo. Este es su legado y una invitación irresistible a sumergirte de verdad en los libros y en su poder para transformarnos.
n las profundidades del mar de Japón, rodeada de tinieblas, atrapada en un sarcófago de cemento y mecida por las corrientes del Pacífico, duerme una criatura de pesadilla. Donde la oscuridad es ley. Donde los peces no tienen ojos. Donde nada existe.
En el centenario del inicio de la llamada “Gran Guerra”, la Primera Guerra Mundial, que tuvo lugar de 1914 a 1918, este volumen nos trae el recuerdo de lo sucedido a las gentes de Córcega, llamadas a luchar en defensa de la madre patria, Francia.
Es un relato basado, sobre todo, en cartas entre los combatientes y sus familias: la carta de Laurine a su marido, la de Jacques a su hermano, pero también en la historia de los “topos corsos”, etc. Todos ellos son relatos de “poilús” corsos, soldados franceses de la guerra, para recordar que la muerte, el sufrimiento y el miedo, pero también la esperanza de días mejores no han sido nunca simples abstracciones y que la guerra se escribe siempre con letras de sangre.
El cuerpo de un amigo destrozado por la metralla, la voz de un hombre que pide clemencia, la mano de una niña que asoma escarbando entre la basura para encontrar algo de comer...Hay imágenes que vuelven una y otra vez a la mente de Frank Money, un veterano de la guerra de Corea que ahora vuelve a Estados Unidos en busca de olvido y afecto. Corren los años cincuenta del siglo pasado y las heridas de Frank no son solo físicas: su patria es racista, su familia ha acumulado mucho odio, y el regreso parece más un camino hacia el infierno que una vuelta al hogar.
La cereza es una colección de libros para cantar, contar, mirar y jugar con los más pequeños. Cada uno es especial, todos dulces y juguetones como las cerezas, pensados para los que aún no han aprendido a leer. Las partes del cuerpo es el tema de
este título que, al terminar el cuento, se puede escuchar con música.