Referencia:
En nombre de Su Majestad, el católico y poderoso Don Carlos, rey de los romanos y emperador Augusto de por vida, y de Doña Juana, su madre, soberana de los reinos de León y Castilla, defensores de la Iglesia, siempre victoriosos y que no conocen la derrota... Yo, Juan Cortejo, su servidor y mensajero, tengo el honor de instaros a aceptar que sea el Rey quien gobierne y administre estas tierras... Así comienza la odisea de una expedición de conquistadores que parten en pos del sudor de sol
Na torre da illa de Toralla, en plena ría de Vigo, aparece o cadáver dun saxofonista. O asasinato, dunha crueldade e sangue frío inusitados, vai ser investigado por Leo Caldas, inspector de policía que busca o seu lugar no mundo e que, ademais do seu traballo na comisaría, intervén nun consultorio radiofónico ao que os cidadáns se achegan coas queixas máis diversas. O seu axudante, Rafael Estévez, é un aragonés destinado na cidade, un elemento estraño en terra hostil cun carácter demasiado impetuoso para os seus novos veciños. O caso desenvolverase entre o ambiente cálido e nocturno dos clubs de jazz e a atmosfera tensa e afectada da alta burguesía viguesa. Novela policial salferida de humor e con grandes doses de suspense.
La señora Lamarchand necesita una criada y ha oido hablar de Hilda, de su buena disposición para el trabajo, de su educación y su belleza. No toleraría una criada indolente, pero sobre todo que fuera demasiado delfada o simplemente gordita. ¿Cómo va a ocuparse de su casa y de sus hijos si no controla su propio cuerpo? La señora Lemarchand considera que Hilda tendra la suerte de servir en una casa de gentes de izquierda. Por eso quiere algo más que una criada, quiere educar a Hilda, enseñarla a vestirse y a comportarse en sociedad, quiere que sea su amiga. Sin que, por supuesto, deje de aumentar cada vez más rigurosamente sus obligaciones.