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Entre todos los hijos bastardos de monarcas españoles, Juan de Austria, es probablemente el más conocido y encumbrado por la historia, y sin embargo son muchos los claroscuros que ensombrecen su figura. Tocó la gloria con la punta de los dedos en la batalla de Lepanto y a partir de ese momento su existencia estuvo marcada por el afán de ser coronado. Su empeño no tendría éxito, ya que lo llevó no sólo a enfrentarse con Felipe II, sino a una espesa trama de interes e intrigas urdidas en la corte por el secretario de estado Antonio Pérez.El autor utiliza como narradores muchos personajes, desde el emperador Carlos hasta Cervantes, pasando por Felipe II o el propio Juan de Austria, dándonos así una visión completa de este presonaje excepcional de nuestra historia.
Yechezkel Damjanich es un joven violinista judío que vive con su madre en la desolada Budapest de1947. Un día, recibe una carta desde Jerusalén enviada por su tío Yosef, del que no sabe nada desdehace 12 años.Huyendo de la miseria, ambos llegan a Palestina en un convulso momento político, justo antes de que los ingleses abandonen la región. El tío Yosef regenta el Café Budapest, un pintoresco local cercano a la ciudad vieja, donde coexisten judíos, árabes, occidentales...Un efímero oasis de armonía donde las notas del violín de Yechezkel no tardarán en dar paso al estruendo de los obuses Davidka, las bombas árabes, el odio y la destrucción. El Café Budapest se convierte en un pequeño escenario donde se reflejan el caos y la barbarie presentes en toda Palestina.
"Añoro la vida cuando era nuestra", comenta Lola. Esa vida, que era tan suya y tan llena de ilusión, antes estaba hecha de libros y de charlas de café, de siestas lánguidas y de proyectos para construir un país, España, que aprendía paso a paso las reglas de la democracia. Pero llegó un día de 1936 en que vivir se convirtió en puro resistir, y ahora, quince años después, de todo aquello solo queda una pequeña tienda, una librería de viejo medio escondida en uno de los viejos barrios de Madrid, donde Lola y Matías, su marido, acuden cada mañana para vender novelitas románticas, clásicos olvidados y lápices de colores a quien se acerque. Es aquí, en ese lugar modesto, donde una tarde de 1951 Lola conocerá a Alice, una mujer que ha encontrado en los libros su razón de vivir.