

Referencia:
La cereza es una colección de libros para cantar, contar, mirar y jugar con los más pequeños. Cada uno es especial, todos dulces y juguetones como las cerezas, pensados para los que aún no han aprendido a leer. Las partes del cuerpo es el tema de
este título que, al terminar el cuento, se puede escuchar con música.
París no se acaba nunca es una revisión irónica de los días de aprendizaje literario del narrador en el París de los años setenta. Fundiendo autobiografía, ficción y ensayo, cuenta la aventura de redactar su primer libro. Y nos desvela, por ejemplo, cómo le ayudaron a escribir esa novela los consejos que le dio, resumidos en una breve cuartilla, Marguerite Duras, su muy atípica casera. Es también la historia de cómo viajó a esa ciudad para imitar la vida bohemia de escritor principiante de Hemingway, quien contó, en París era una fiesta, que allí fue «muy pobre y muy feliz», y de cómo, por el contrario, el narrador fue muy pobre y muy infeliz. Aunque, eso sí, logró allí escribir su primera novela.
¿Qué tiene este libro para ser tan especial? Pues que habla de una cosa que, aunque no lo parezca, es muy importante. Esa cosa la hace TODO EL MUNDO: niños y niñas, padres y madres, abuelos y abuelas, animales grandes y pequeños..., íY por eso es UNIVERSAL! Sí, el nuevo álbum de Jaume Copons y Mercè Galí va sobre... íla CACA!