

Referencia:
La señora Lamarchand necesita una criada y ha oido hablar de Hilda, de su buena disposición para el trabajo, de su educación y su belleza. No toleraría una criada indolente, pero sobre todo que fuera demasiado delfada o simplemente gordita. ¿Cómo va a ocuparse de su casa y de sus hijos si no controla su propio cuerpo? La señora Lemarchand considera que Hilda tendra la suerte de servir en una casa de gentes de izquierda. Por eso quiere algo más que una criada, quiere educar a Hilda, enseñarla a vestirse y a comportarse en sociedad, quiere que sea su amiga. Sin que, por supuesto, deje de aumentar cada vez más rigurosamente sus obligaciones.
Un libro que nos invita a viajar por diferentes escenarios del mundo, como las pirámides de Egipto, los canales de Venecia o una estación espacial. Cada doble página, de gran formato, presenta un lugar con todo lujo de detalles y propone una serie de actividades de observación, lógica y razonamiento, ideales para mentes curiosas. Y, para los impacientes, al final del libro se incluye el solucionario de los juegos propuestos.