

Referencia:
¿Estás ahí, Satanás? Soy yo, Madison. Acabo de llegar aquí, al Infierno, pero no es culpa mía, salvo tal vez por el hecho de haberme muerto de una sobredosis de marihuana. Tal vez esté en el Infierno por ser gorda... Una auténtica foca. Si una puede ir al Infierno por tener la autoestima baja, entonces es por eso por lo que estoy aquí. Ojalá pudiera mentirte y decirte que estoy en los huesos y que soy rubia y tetuda. Pero, créeme, tengo mis razones para estar gorda. Para empezar, déjame que me presente. Hija de una estrella de cine narcisista y de un billonario, una Navidad Madison es abandonada en un internado suizo mientras sus padres de dedican a impulsar sus nuevos proyectos y a adoptar huerfanitos.
Un experimento literario con ecos de Borges, Calvino, Lee Masters, en el que Josan Hatero en escogidas y precisas -afiladas- palabras nos hace disfrutar tanto como a los amantes que retrata. «Después del sexo ya no eres igual, ya nada puede ser lo mismo.» Éste es un catálogo de amantes. Desde los exploradores a los que aman a oscuras; de las mujeres submarinas a los coleccionistas; ajenos, suicidas, invisibles, enfermos, pornógrafos, santos o sonámbulos, todos son abducidos por el mismo y común denominador: el deseo. Lúbricos y lúdicos, discursos amorosos y confesiones de invierno, La piel afilada ofrece grandes posibilidades de viajar. Cada pocos textos cabría respirar hondo, pensar, puede que cerrar el libro. Y esperar a otro día.