A los trece años, el héroe de Historia del llanto ha completado una formación progresista. Ha estado cerca de los que sufren y ha devorado toda la literatura militante que los años setenta obligan a leer en América Latina. Sin embargo, en septiembre de 1973, cuando asiste por televisión al putsch contra Salvador Allende y el Palacio de La Moneda arde en la pantalla, trata de llorar y se descubre seco. Es entonces cuando el protagonista sale en busca de los secretos de su defección y revisa una educación ideológico-sentimental en la que coexisten Superman, un repugnante cantautor de protesta, una novia chilena de derechas, una piscina con un pulpo en el fondo, un oligarca torturado y un vecino militar que acaso no sea lo que parece ser
Co ritmo vivo e a habelencia narradora que xa amosara en A medición do mundo, Daniel Kehlmann compón desta volta un mosaico ledo e irónico sobre a sociedade actual. Un actor de cinema que dubida da súa propia existencia, un riquísimo escritor de libros de aparente sabedoría que arrenega do que ensina neles, unha muller que decide morrer e decátase de que a súa vida é unha ficción inventada por outro. Estas nove historias amosan o poder dos medios de comunicación para duplicar o mundo real e a atracción titánica que exerce a celebridade. A nova novela do autor de "A medición do mundo".
Entre todos los hijos bastardos de monarcas españoles, Juan de Austria, es probablemente el más conocido y encumbrado por la historia, y sin embargo son muchos los claroscuros que ensombrecen su figura. Tocó la gloria con la punta de los dedos en la batalla de Lepanto y a partir de ese momento su existencia estuvo marcada por el afán de ser coronado. Su empeño no tendría éxito, ya que lo llevó no sólo a enfrentarse con Felipe II, sino a una espesa trama de interes e intrigas urdidas en la corte por el secretario de estado Antonio Pérez.El autor utiliza como narradores muchos personajes, desde el emperador Carlos hasta Cervantes, pasando por Felipe II o el propio Juan de Austria, dándonos así una visión completa de este presonaje excepcional de nuestra historia.
A los trece años, el héroe de Historia del llanto ha completado una formación progresista. Ha estado cerca de los que sufren y ha devorado toda la literatura militante que los años setenta obligan a leer en América Latina. Sin embargo, en septiembre de 1973, cuando asiste por televisión al putsch contra Salvador Allende y el Palacio de La Moneda arde en la pantalla, trata de llorar y se descubre seco. Es entonces cuando el protagonista sale en busca de los secretos de su defección y revisa una educación ideológico-sentimental en la que coexisten Superman, un repugnante cantautor de protesta, una novia chilena de derechas, una piscina con un pulpo en el fondo, un oligarca torturado y un vecino militar que acaso no sea lo que parece ser