- Tarareamos canciones que decimos detestar. - Solo nos emocionamos cantando cuando nadie nos ve. - Lloramos con baladas de las que nos hemos burlado antes. - Mentimos sobre lo que nos gusta para que nos acepten. - Y decimos que los demás tienen muy mal gusto.
Considerado uno de los mejores ensayos estéticos sobre el gusto musical de la década, «Música de mierda» investiga el mal gusto y la sensiblería musical a partir de una contradicción: ¿por qué la persona que más discos vende es de la que más gente se ríe? Carl Wilson quiso hacer una investigación sobre el éxito de Céline Dion pero se descubrió escribiendo un ensayo maravilloso sobre el amor (a la música), el esnobismo como coraza y la capacidad de emoción en tiempos de cinismo.
Numerosos documentos inéditos o no traducidos hasta el momento demuestran hasta qué punto Heidegger se consagró a introducir los fundamentos del nazismo en la filosofía y en su propia enseñanza. Por ejemplo, en su seminario hitleriano del invierno de 1933-1934, Heidegger identificó al pueblo con la comunidad de la raza e intentó constituir una nueva nobleza para el Tercer Reich, exaltando el eros del pueblo por su Führer. Además, y al contrario de lo que se ha venido sosteniendo hasta ahora, el nazismo de Heidegger no sólo no se atenuó después de 1935 sino que se radicalizó.