Ineludible y polémica, la obra artística de León Ferrari es uno de los más contundentes ejemplos de radicalización de la relación entre vanguardia estética y vanguardia política, entre ética y estética. Desde 1965, cuando escribe su primera carta pública en respuesta a un crítico que censuraba sus obras de contenido ideológico expuestas en el Instituto Torcuato Di Tella, el artista interviene con sus textos en diversos debates. Si en los primeros años sus escritos se centraron en la controversia sobre arte y política, sobre las instituciones artísticas y los límites del arte, desde 1986 apuntan, en particular, a la intolerancia de Occidente y su religión.
El libro de no ficción del AÑOUn best seller internacional con más de un millón de ejemplares vendidosLúcido e iluminador: la historia de la humanidad en un solo volumen.Este es el fascinante relato de nuestra extraordinaria historia: de simios sin importancia a amos del mundo.¿Cómo logró nuestra especie imponerse en la lucha por la existencia? ¿Por qué nuestros ancestros recolectores se unieron para crear ciudades y reinos? ¿Cómo llegamos a creer en dioses, en naciones o en los derechos humanos; a confiar en el dinero, en los libros o en las leyes? ¿Cómo acabamos sometidos a la burocracia, a los horarios y al consumismo? ¿Y cómo será el mundo en los milenios venideros?
Sin apenas darnos cuenta, hemos entrado en una Tercera Fase de la historia del conocimiento. Podemos decir que hubo una Primera, en la que dominó la escritura, y una Segunda, caracterizada por la imprenta. En esta Tercera Fase dominada por la cultura audiovisual, se han hecho posibles hazañas que nunca hubiéramos podido imaginar, pero estamos perdiendo, quizá para siempre, formas de conocimiento centenarias. Éste es el lado oscuro de la revolución informática.
Ineludible y polémica, la obra artística de León Ferrari es uno de los más contundentes ejemplos de radicalización de la relación entre vanguardia estética y vanguardia política, entre ética y estética. Desde 1965, cuando escribe su primera carta pública en respuesta a un crítico que censuraba sus obras de contenido ideológico expuestas en el Instituto Torcuato Di Tella, el artista interviene con sus textos en diversos debates. Si en los primeros años sus escritos se centraron en la controversia sobre arte y política, sobre las instituciones artísticas y los límites del arte, desde 1986 apuntan, en particular, a la intolerancia de Occidente y su religión.