Referencia:
La delimitación de los ámbitos respectivos del Estado y el mercado se ha convertido en la principal cuestión económica de nuestro tiempo y en un problema político insoslayable. Las privatizaciones y desregulaciones, el medio ambiente y la desigualdad,las tensiones en diversos capítulos de la sociedad del bienestar, como la sanidad y las pensiones, están hoy más que nunca sobre el tapete.
París no se acaba nunca es una revisión irónica de los días de aprendizaje literario del narrador en el París de los años setenta. Fundiendo autobiografía, ficción y ensayo, cuenta la aventura de redactar su primer libro. Y nos desvela, por ejemplo, cómo le ayudaron a escribir esa novela los consejos que le dio, resumidos en una breve cuartilla, Marguerite Duras, su muy atípica casera. Es también la historia de cómo viajó a esa ciudad para imitar la vida bohemia de escritor principiante de Hemingway, quien contó, en París era una fiesta, que allí fue «muy pobre y muy feliz», y de cómo, por el contrario, el narrador fue muy pobre y muy infeliz. Aunque, eso sí, logró allí escribir su primera novela.
Cando Xosé Carneiro, coñecido psicanalista e polémico colaborador televisivo, aparece co peito aberto no seu piso da compostelá rúa República do Salvador, son dúas as cousas que chaman a atención do xornalista Aquiles Vega e da profesora Sofía Deneb. A primeira é a brutalidade, a violencia extrema con que o crime foi levado a cabo. A segunda, ese detalle que non encaixa na escena: unha estraña peza de ferro chantada no corazón. En realidade, a de Carneiro non é máis que a primeira dunha cadea de mortes en serie, unha carreira contra o reloxo na que Aquiles terá non só que comprender que é o que está pasando, senón cal é o papel que en toda esta historia xoga un dos nomes máis importantes da nosa literatura, aquel sempre rodeado de misterio e escuridade.
Woody Allen que durante las seis décadas que lleva haciendo cine ha escrito y dirigido cincuenta películas, nos relata sus primeros matrimonios: el más precoz con una novia de su adolescencia y luego con la maravillosamente divertida Louise Lasser, a quien es evidente que todavía adora.
También escribe sobre su romance con Diane Keaton, con quien mantiene una prolongada amistad.
Y explica su relación personal y profesional con Mia Farrow, con quien realizó varias películas ahora clásicas, y que terminó con una separación por la que la prensa sensacionalista aún no le ha dado suficientemente las gracias.
"Condenados -o bendecidos- con la vida eterna después de haber bebido las aguas de un manantial mágico, la familia Tuck vaga de un lado a otro intentando pasar tan desapercibidos como puedan y vivir lo más cómodamente posible. Al descubrir por casualidad su secreto Winnie Foster, de diez años, los Tuck se la llevan a su casa y le explican por qué el vivir eternamente a determinada edad es menos bueno de lo que se podía creer. Pero las complicaciones surgen de inmediato cuando Winnie es seguida por un extraño que quiere comercializar el agua del manantial para hacerse con una fortuna." "Raras veces encuentra uno un libro con una prosa tan particular. Impecable tanto en su estilo como en su estructura, es rico en imágenes y está puntualizado por ligeros pellizcos de humor".