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¿Estás ahí, Satanás? Soy yo, Madison. Acabo de llegar aquí, al Infierno, pero no es culpa mía, salvo tal vez por el hecho de haberme muerto de una sobredosis de marihuana. Tal vez esté en el Infierno por ser gorda... Una auténtica foca. Si una puede ir al Infierno por tener la autoestima baja, entonces es por eso por lo que estoy aquí. Ojalá pudiera mentirte y decirte que estoy en los huesos y que soy rubia y tetuda. Pero, créeme, tengo mis razones para estar gorda. Para empezar, déjame que me presente. Hija de una estrella de cine narcisista y de un billonario, una Navidad Madison es abandonada en un internado suizo mientras sus padres de dedican a impulsar sus nuevos proyectos y a adoptar huerfanitos.
En este libro catártico, Samuel Shem combina su experiencia como médico y su talento para la más negra comedia del absurdo. Roy Basch, el narrador y protagonista, y sus compañeros, son brillantes licenciados de las mejores facultades de medicina, que han conseguido ser aceptados para hacer su año de prácticas en uno de los más prestigiosos hospitales, la Casa de Dios. Y en este año, se multiplican los episodios de aprendizaje de la medicina pero también del horror, la impostura, el cientificismo más cruel e ineficaz y, sobre todo, de lo ineludible de la enfermedad y la muerte. Pero son jóvenes, y aun en medio del horror la vida proclama sus derechos, y es así como el sexo y las orgías con las enfermeras alcanzarán dimensiones épicas...
Cuando pruebas el sabor de un hombre, ya no puedes parar. Teresa oculta secretos en sus fogones que logran que sus platos despierten pasiones, pero, a pesar de su exitosa carrera como chef, de su programa de televisión y su faceta como revolucionaria escritora de recetarios, no termina de sentirse satisfecha. Tal vez porque sus amantes desaparecen sin dejar rastro. Puede que por ese hueco de silencio que nadie alcanza a reconstruir en su pasado. Para huir de la soledad, Teresa se obliga a buscar un alma gemela que no termina de encontrar y, decidida a aplacar su voracidad, determina volcarse en la cocina, su verdadera obsesión. En sus noches marcadas por los recuerdos y el insomnio creará manjares de sabores inolvidables e imposibles de identificar, tan llenos de misterios como su vida.