Referencia:
«Un Chernóbil de tabúes.» The Independent Cassie Wright, legendaria reina del porno en decadencia, decide culminar su carrera batiendo el récord mundial de polvos consecutivos con hombres distintos. Seiscientos, ni más ni menos. En una habitación repleta y ruidosa, los señores 72, 137 y 600 aguardan su turno para hacer historia. Cada uno de ellos espera que el breve encuentro con Cassie cambie sus vidas para siempre, pero, como en todas las novelas de Chuck Palahniuk, nada sale como esperaban. Chuck Palahniuk (1964) escribió su primera novela, El club de la lucha, en tres meses, y tan rápida fue su conversión en best seller que terminó siendo adaptada al cine. Incluso a mayor velocidad se convierten todos sus libros en obras de culto.
Un experimento literario con ecos de Borges, Calvino, Lee Masters, en el que Josan Hatero en escogidas y precisas -afiladas- palabras nos hace disfrutar tanto como a los amantes que retrata. «Después del sexo ya no eres igual, ya nada puede ser lo mismo.» Éste es un catálogo de amantes. Desde los exploradores a los que aman a oscuras; de las mujeres submarinas a los coleccionistas; ajenos, suicidas, invisibles, enfermos, pornógrafos, santos o sonámbulos, todos son abducidos por el mismo y común denominador: el deseo. Lúbricos y lúdicos, discursos amorosos y confesiones de invierno, La piel afilada ofrece grandes posibilidades de viajar. Cada pocos textos cabría respirar hondo, pensar, puede que cerrar el libro. Y esperar a otro día.
Umberto Eco regresa a la Edad Media con una fascinante historia donde se confunden y entremezclan hazañas prodigiosas e inverosímiles, propias de los libros de caballerías, con andanzas y viajes a países remotos y escenarios desconocidos, un vasto fresco narrativo en el que se conjugan elementos de la novela histórica con otros propios del relato de intriga, de aventuras o del género policíaco.. En una zona del bajo Piamonte donde, años después, surgirá Alejandría, Baudolino, un pequeño campesino, fantasioso y embustero, conquista a Federico Barbarroja y se convierte en su hijo adoptivo. Baudolino fabula e inventa, pero, casi milagrosamente, todo aquello que imagina genera Historia.