Referencia:
Oviedo, 1934. Una huelga general revolucionaria estalla la noche del 5 de octubre y sume a todo el país en un profundo caos. Tristán Valdivia, que había vuelto enfermo desde Madrid a la casa paterna, busca refugio en la capital, mientras los sublevados avanzan arrasando todo a su paso. La ciudad permanece en silencio, hasta que de repente se oye un ruido en la lejanía. Es la dinamita de los mineros... El enfrentamiento está servido.
Cada cuarenta segundos se suicida una persona en el mundo, siendo la principal causa de muerte violenta en el mundo, por encima de homicidios, guerras y accidentes de tráfico.
La vida ha dejado de tener sentido para Elena. Julio vive angustiado con la idea de que su esposa cumpla en cualquier momento la amenaza de suicidarse. En el desesperado intento por cambiar el curso de los acontecimientos, Julio se verá arrastrado hacia un traumático pasado que amenaza con repetirse de nuevo.
Galicia, 1464. En los años previos a la revuelta popular irmandiña, los campesinos viven sumidos en la miseria mientras los señores feudales expolian el territorio, en connivencia con la Iglesia. Enfrentados en una guerra sorda de todos contra todos
El día en que ETA anuncia el abandono de las armas, Bittori se dirige al cementerio para contarle a la tumba de su marido el Txato, asesinado por los terroristas, que ha decidido volver a la casa donde vivieron. ¿Podrá convivir con quienes la acosaron antes y después del atentado que trastocó su vida y la de su familia? ¿Podrá saber quién fue el encapuchado que un día lluvioso mató a su marido, cuando volvía de su empresa de transportes?
La presencia de Bittori alterará la falsa tranquilidad del pueblo, sobre todo de su vecina Miren, amiga íntima en otro tiempo, y madre de Joxe Mari, un terrorista encarcelado y sospechoso de los peores temores de Bittori. ¿Qué pasó entre esas dos mujeres? ¿Qué ha envenenado la vida de sus hijos y sus maridos tan unidos en el pasado?