Referencia:
Yechezkel Damjanich es un joven violinista judío que vive con su madre en la desolada Budapest de1947. Un día, recibe una carta desde Jerusalén enviada por su tío Yosef, del que no sabe nada desdehace 12 años.Huyendo de la miseria, ambos llegan a Palestina en un convulso momento político, justo antes de que los ingleses abandonen la región. El tío Yosef regenta el Café Budapest, un pintoresco local cercano a la ciudad vieja, donde coexisten judíos, árabes, occidentales...Un efímero oasis de armonía donde las notas del violín de Yechezkel no tardarán en dar paso al estruendo de los obuses Davidka, las bombas árabes, el odio y la destrucción. El Café Budapest se convierte en un pequeño escenario donde se reflejan el caos y la barbarie presentes en toda Palestina.
Oviedo, 1934. Una huelga general revolucionaria estalla la noche del 5 de octubre y sume a todo el país en un profundo caos. Tristán Valdivia, que había vuelto enfermo desde Madrid a la casa paterna, busca refugio en la capital, mientras los sublevados avanzan arrasando todo a su paso. La ciudad permanece en silencio, hasta que de repente se oye un ruido en la lejanía. Es la dinamita de los mineros... El enfrentamiento está servido.
Un Cuento de Navidad para nuestra época. Egoísta y solitaria, Cassandra Darke es una marchante de arte que vive en una lujosa mansión del barrio de Chelsea, en el mismísimo corazón de Londres. Se ha convertido en una paria social, pero no le preocupa. Entre una Navidad y la siguiente, ha empañado la reputación de una galería del West End y encadenado una condena por fraude, de la que ha salido indemne, pero ha dejado su saldo bancario en números rojos. En la escala de infracciones, el fraude ocupa para Cassandra un lugar ínfimo, pues no conlleva «ni armas, ni violencia, ni cadáver». Sin embargo, todo cambia cuando aparece algo en la mansión que sí podría suponer violencia y tal vez un cadáver.
En un pequeño y aburrido pueblo viven Vincent, un peluquero de treinta años que aún no ha conseguido cortar el cordón umbilical que le une a su excéntrica madre; Rosalie, una mujer que intenta ahogar su oscuro pasado a través del whisky, y Aude, que se deja arrastrar por la vida.
La vida monótona de Vincent se verá perturbada por un encuentro que le generará una vaga e imprecisa reminiscencia de algo o alguien pasado y que derivará en obsesión. El detonante es la aparición de una mujer, Rosalie, que parece llevar una vida tan aburrida como la de Vincent. ¿Ayudará este encuentro a que Vincent supere sus demonios?
Rosalie Blum ha recibido los premios RTL en 2009 y el de autor revelación en el Festival International de la Bande Dessinée de Angouleme en 2010.
El día en que ETA anuncia el abandono de las armas, Bittori se dirige al cementerio para contarle a la tumba de su marido el Txato, asesinado por los terroristas, que ha decidido volver a la casa donde vivieron. ¿Podrá convivir con quienes la acosaron antes y después del atentado que trastocó su vida y la de su familia? ¿Podrá saber quién fue el encapuchado que un día lluvioso mató a su marido, cuando volvía de su empresa de transportes?
La presencia de Bittori alterará la falsa tranquilidad del pueblo, sobre todo de su vecina Miren, amiga íntima en otro tiempo, y madre de Joxe Mari, un terrorista encarcelado y sospechoso de los peores temores de Bittori. ¿Qué pasó entre esas dos mujeres? ¿Qué ha envenenado la vida de sus hijos y sus maridos tan unidos en el pasado?
En la vida, se juega sin dados y sin hoja de personaje Tras su divorcio, Alberto se encuentra lejos de sus hijas, solo y amargado, hasta que se reencuentra con los amigos de la juventud, su grupo de jugadores de rol. A través de esas partidas, Alberto vuelve a conocerse a sí mismo como la persona que siempre fue. Una novela gráfica de los premiados Josep Busquet y Pere Mejan, que nos habla de los personajes que representamos ocultando a la auténtica persona que llevamos dentro. Un cómic que trata sobre la amistad, la madurez, la nostalgia, reencontrarse con viejos amigos después de mucho tiempo y descubrir que los mejores amigos no son los más listos, los más guapos, los mejores conversadores o los más triunfadores sino los que aceptan tus errores al mismo tiempo que tú aceptas los suyos.