Referencia:
Premio Nacional del Cómic de Cataluña 2008. El lector se ve sumergido en las emociones de un viaje de vacaciones de María y su padre. Un viaje que recrea situaciones familiares y cotidianas que para ellos, como para ciento de familias que tienen un niño con autismo, resulta una aventura salpicada de dificultades generadas por la falta de adaptación de nuestro entorno social o por la limitada comprensión de algunas personas que María encuentra en su camino
Un Cuento de Navidad para nuestra época. Egoísta y solitaria, Cassandra Darke es una marchante de arte que vive en una lujosa mansión del barrio de Chelsea, en el mismísimo corazón de Londres. Se ha convertido en una paria social, pero no le preocupa. Entre una Navidad y la siguiente, ha empañado la reputación de una galería del West End y encadenado una condena por fraude, de la que ha salido indemne, pero ha dejado su saldo bancario en números rojos. En la escala de infracciones, el fraude ocupa para Cassandra un lugar ínfimo, pues no conlleva «ni armas, ni violencia, ni cadáver». Sin embargo, todo cambia cuando aparece algo en la mansión que sí podría suponer violencia y tal vez un cadáver.
Miguel Gallardo y Paco Roca publicaron hace un par de años dos obras (Arrugas y María y yo). Los medios, acostumbrados a identificar la historieta con Mortadelo y poco más, les dedicaron amplios espacios y su presencia se hizo habitual, casi indispensable, en los diversos eventos comiqueros de la piel de toro.
Lo que inicialmente iba a ser un sencillo cuaderno de viaje en el que primara la espontaneidad sobre la elaboración formal, ha acabado siendo un cuidadísimo álbum en el que se adivina cierta dosis de saludable competitividad entre dos autores que por mucho que se quieran y respeten necesitan saberse a la altura de su colega, como consecuencia los lectores pueden disfrutar de una obra con vocación de menor, pero con hechuras de superproducción.