Referencia:
Cada cuarenta segundos se suicida una persona en el mundo, siendo la principal causa de muerte violenta en el mundo, por encima de homicidios, guerras y accidentes de tráfico.
La vida ha dejado de tener sentido para Elena. Julio vive angustiado con la idea de que su esposa cumpla en cualquier momento la amenaza de suicidarse. En el desesperado intento por cambiar el curso de los acontecimientos, Julio se verá arrastrado hacia un traumático pasado que amenaza con repetirse de nuevo.
En un pequeño y aburrido pueblo viven Vincent, un peluquero de treinta años que aún no ha conseguido cortar el cordón umbilical que le une a su excéntrica madre; Rosalie, una mujer que intenta ahogar su oscuro pasado a través del whisky, y Aude, que se deja arrastrar por la vida.
La vida monótona de Vincent se verá perturbada por un encuentro que le generará una vaga e imprecisa reminiscencia de algo o alguien pasado y que derivará en obsesión. El detonante es la aparición de una mujer, Rosalie, que parece llevar una vida tan aburrida como la de Vincent. ¿Ayudará este encuentro a que Vincent supere sus demonios?
Rosalie Blum ha recibido los premios RTL en 2009 y el de autor revelación en el Festival International de la Bande Dessinée de Angouleme en 2010.
Maggie Chascarrillo es una joven chicana cuya historia comienza a principios de los 80, durante la eclosión del punk como revulsivo al rock mustio y anquilosado que imperaba en el panorama.
En el centenario del inicio de la llamada “Gran Guerra”, la Primera Guerra Mundial, que tuvo lugar de 1914 a 1918, este volumen nos trae el recuerdo de lo sucedido a las gentes de Córcega, llamadas a luchar en defensa de la madre patria, Francia.
Es un relato basado, sobre todo, en cartas entre los combatientes y sus familias: la carta de Laurine a su marido, la de Jacques a su hermano, pero también en la historia de los “topos corsos”, etc. Todos ellos son relatos de “poilús” corsos, soldados franceses de la guerra, para recordar que la muerte, el sufrimiento y el miedo, pero también la esperanza de días mejores no han sido nunca simples abstracciones y que la guerra se escribe siempre con letras de sangre.