

Referencia:
Devagar, un carro baixa chirlando polo Preguntoiro ateigado de libros prohibidos e expurgados polo Santo Oficio. Estamos en Compostela no ano do Noso Señor de 1627 e este é o colofón do códice que, caderniño a caderniño, o encadernador Ambrosio Cavaleiro coseu na soidade do seu obradoiro da rúa da Armada dende que era un aprendiz canda o seu mestre. As campás, tristeiras, repenican a defunto, o vento zoa nas rúas e esparexe o capítulos todos da súa existencia. As páxinas de pergamiño, como faíscas, danzan sobre os tellados e os campanarios furtando á voraz desmemoria as lembranzas fuxidías, os acenos, mecos e rostros dunha vida. O coñecemento, como a pedra gravada polos arxinas a cicel e maceta dende a noite dos tempos, permanece no alento dunha idade incerta asolagada.
La cereza es una colección de libros para cantar, contar, mirar y jugar con los más pequeños. Cada uno es especial, todos dulces y juguetones como las cerezas, pensados para los que aún no han aprendido a leer. Un juego con los dedos de la mano es el tema de este título que, al terminar el cuento, se puede escuchar con música.
Un hombre solitario, con un trabajo que le permite una gran movilidad, recorre las calles de Tokio y otras localidades japonesas para visitar a sus clientes. Cada día es una ocasión para redescubrir un barrio que conoce o para conocer uno nuevo. Pero para este hombre, siempre solitario, el momento de la comida constituye una auténtica aventura, casi un ritual. A lo largo de 19 capítulos El gourmet solitario nos presenta otros tantos platos de la cocina tradicional japonesa. A través de la mirada curiosa de este viajero gastronómico, los autores, Jiro Taniguchi y Masayuki Kusumi, trazan un auténtico retrato sociológico de Japón y de su riqueza gastronómica. Ambos consiguen sumergirnos en las costumbres japonesas, en un paseo sembrado de olores, sabores y diversidad.