Referencia:
Yechezkel Damjanich es un joven violinista judío que vive con su madre en la desolada Budapest de1947. Un día, recibe una carta desde Jerusalén enviada por su tío Yosef, del que no sabe nada desdehace 12 años.Huyendo de la miseria, ambos llegan a Palestina en un convulso momento político, justo antes de que los ingleses abandonen la región. El tío Yosef regenta el Café Budapest, un pintoresco local cercano a la ciudad vieja, donde coexisten judíos, árabes, occidentales...Un efímero oasis de armonía donde las notas del violín de Yechezkel no tardarán en dar paso al estruendo de los obuses Davidka, las bombas árabes, el odio y la destrucción. El Café Budapest se convierte en un pequeño escenario donde se reflejan el caos y la barbarie presentes en toda Palestina.
Miguel Gallardo y Paco Roca publicaron hace un par de años dos obras (Arrugas y María y yo). Los medios, acostumbrados a identificar la historieta con Mortadelo y poco más, les dedicaron amplios espacios y su presencia se hizo habitual, casi indispensable, en los diversos eventos comiqueros de la piel de toro.
Lo que inicialmente iba a ser un sencillo cuaderno de viaje en el que primara la espontaneidad sobre la elaboración formal, ha acabado siendo un cuidadísimo álbum en el que se adivina cierta dosis de saludable competitividad entre dos autores que por mucho que se quieran y respeten necesitan saberse a la altura de su colega, como consecuencia los lectores pueden disfrutar de una obra con vocación de menor, pero con hechuras de superproducción.
Un cruce entre la narrativa más actual y la crónica relámpago. Una visión literaria, al vuelo, de la geografía entera de la lengua. Reflexionando sobre el escaso tiempo previsto para recorrer cada país con el Premio Alfaguara, el autor se pregunta si hoy nuestros viajes consisten sobre todo en no ver. «¿Estaré por experimentar una hipérbole del turismo contemporáneo?», escribe. Pero el ritmo radical de su periplo está a punto de brindarle una oportunidad única: comparar todas las capitales latinoamericanas en una misma ráfaga. Andrés Neuman nos propone un recorrido vertiginoso por 19 países, interpretados por un ojo poético y político. Los presuntos no-lugares (aeropuertos, hoteles, taxis) quedan así convertidos en poderosos espacios de conflicto.