Referencia:
Una de las obras capitales del gran escritor beat, en la que relata su descubrimiento del budismo y de su primera ley, «la vida es sufrimiento», durante los años en que se sentía fracasado por no encontrar editor. Ambientada en California, en la novela aparecen retratados, con otros nombres pero muy reconocibles, desde el propio Kerouac hasta Allen Ginsberg, Laurence Ferlinghetti o Gary Snyder.
¿Cómo viven las lombrices o cuál es el grito del saltamontes? ¿Cómo es una libélula o qué hace la oruga a todas horas? Los niños y niñas tienen la oportunidad de descubrirlo en este libro con sorpresas. A través de ingeniosos mecanismos, conocerán de cerca a los pequeños animales del jardín.
"Añoro la vida cuando era nuestra", comenta Lola. Esa vida, que era tan suya y tan llena de ilusión, antes estaba hecha de libros y de charlas de café, de siestas lánguidas y de proyectos para construir un país, España, que aprendía paso a paso las reglas de la democracia. Pero llegó un día de 1936 en que vivir se convirtió en puro resistir, y ahora, quince años después, de todo aquello solo queda una pequeña tienda, una librería de viejo medio escondida en uno de los viejos barrios de Madrid, donde Lola y Matías, su marido, acuden cada mañana para vender novelitas románticas, clásicos olvidados y lápices de colores a quien se acerque. Es aquí, en ese lugar modesto, donde una tarde de 1951 Lola conocerá a Alice, una mujer que ha encontrado en los libros su razón de vivir.
Un Cuento de Navidad para nuestra época. Egoísta y solitaria, Cassandra Darke es una marchante de arte que vive en una lujosa mansión del barrio de Chelsea, en el mismísimo corazón de Londres. Se ha convertido en una paria social, pero no le preocupa. Entre una Navidad y la siguiente, ha empañado la reputación de una galería del West End y encadenado una condena por fraude, de la que ha salido indemne, pero ha dejado su saldo bancario en números rojos. En la escala de infracciones, el fraude ocupa para Cassandra un lugar ínfimo, pues no conlleva «ni armas, ni violencia, ni cadáver». Sin embargo, todo cambia cuando aparece algo en la mansión que sí podría suponer violencia y tal vez un cadáver.