Llega el segundo ciclo de las trepidantes aventuras de Rebeca, Max, Noe y Teo. Rebeca está afectada por un mal incurable cuyo origen se encuentra en el otro mundo. Se verá obligada a volver al otro lado, guiada por el fantasma de Ilvanna, y con la ayuda de Noe, Teo y Máximo. Allí se encuentran con un anciano de carácter difícil que parece conocer muy bien los secretos del otro mundo. Rebeca y sus compañeros de viaje retoman su periplo para enfrentarse al Amo de las Sombras.
De nuevo, la edición de Dibbuks comprende los tomos 4, 5 y 6 de la exitosa serie francesa, formando así el segundo ciclo "El viejo Gab" íEsperemos que los jóvenes lectores (a partir de 7 años) disfruten de este segundo libro tanto como nosotros!
Miguel Gallardo y Paco Roca publicaron hace un par de años dos obras (Arrugas y María y yo). Los medios, acostumbrados a identificar la historieta con Mortadelo y poco más, les dedicaron amplios espacios y su presencia se hizo habitual, casi indispensable, en los diversos eventos comiqueros de la piel de toro. Lo que inicialmente iba a ser un sencillo cuaderno de viaje en el que primara la espontaneidad sobre la elaboración formal, ha acabado siendo un cuidadísimo álbum en el que se adivina cierta dosis de saludable competitividad entre dos autores que por mucho que se quieran y respeten necesitan saberse a la altura de su colega, como consecuencia los lectores pueden disfrutar de una obra con vocación de menor, pero con hechuras de superproducción.
En la vida, se juega sin dados y sin hoja de personaje Tras su divorcio, Alberto se encuentra lejos de sus hijas, solo y amargado, hasta que se reencuentra con los amigos de la juventud, su grupo de jugadores de rol. A través de esas partidas, Alberto vuelve a conocerse a sí mismo como la persona que siempre fue. Una novela gráfica de los premiados Josep Busquet y Pere Mejan, que nos habla de los personajes que representamos ocultando a la auténtica persona que llevamos dentro. Un cómic que trata sobre la amistad, la madurez, la nostalgia, reencontrarse con viejos amigos después de mucho tiempo y descubrir que los mejores amigos no son los más listos, los más guapos, los mejores conversadores o los más triunfadores sino los que aceptan tus errores al mismo tiempo que tú aceptas los suyos.